
Organizado por el Grupo Parroquial y Cultural Renacimiento, el vía crucis viviente contó con la participación destacada de Juan Carlos Rivero Mukul, un joven profesor de educación física que asumió el papel principal de Jesús de Nazaret por primera vez. Desde los momentos más dramáticos, como la aprehensión de Jesús y su presentación ante Herodes, hasta las escenas más emotivas, como las caídas de Jesús bajo el peso de la cruz, cada detalle fue cuidadosamente representado por los actores.











El fervor religioso alcanzó su punto máximo cuando los actores que encarnaban al pueblo clamaban por la crucifixión de Jesús, mientras que María, representada por la joven Amayrani Sinahí Blanco López, observaba con lágrimas en los ojos. El recorrido por las calles de Acanceh, con Jesús cargando una cruz de 120 kilos, atrajo la atención de niños, jóvenes y adultos por igual, quienes se esforzaban por acercarse lo más posible a la representación de los pasajes bíblicos.
El evento culminó en la Plaza de las Tres Culturas, donde se escenificó el Monte Calvario, y Jesús, exhausto y herido, pronunció las siete palabras antes de expirar. La emotividad del momento se reflejó en el rostro de los espectadores, quienes presenciaron con reverencia el descenso de Cristo de la cruz y su entrega a María. Este acto de fe y devoción no solo atrajo a los habitantes locales, sino que también se ha convertido en un atractivo turístico en toda la región, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de vivir una experiencia única en medio de una atmósfera de reflexión y solemnidad.